Quilombos en la feria del broli, por el indec, 30% de heridos.

Algunos extremistas de ultra archi derecha afirman que las siglas del Indec significan: Indios Nativos De Estupido Coeficiente, otros más de centro remiten la conjunción de letras a: Intento Nacional De Estado Comunista. La redacción chequeó en google y aparentemente Indec querría significar: Instituto Nacional de Estadisticas y Censos (de todas formas después nos fijaremos en Yahoo, por si las dudas).

Gustavo Noriega, eje del mal(entendido).

*Nota por Juan Carlos Troglodita, Corresponsal (y cerrajero)

Mientras que el día pasado muchas familias porteñas pagaban y regateaban la entrada para ingresar en el predio y disfrutar una tarde rodeadas de cultura y best sellers (mención al libro de Jacobo Winograd y el de Guillote), no todo era color de rosas (ni siquiera para los daltónicos).

Libro que compra el lector medio de Bs. As.,
y que aún no fue victima de una quema popular.



En un salón frío, Gustavo Noriega (recordado por su participación en el programa Duro de domar, y más recordado aún por el episodio en el cual se le cayó la dentadura en el aire, en prime time) exponía su nuevo libro periodístico, donde bardeaba al Indec.

El cineasta estaba dando una conferencia, cuando una turba violenta agredio el clima literario.
El revuelo se dio aparentemente cuando un integrante del público le preguntó: "¿Está Distica?". A lo que el periodista (?) respondio en son de broma: ¡No, no tá!

A la izquierda, el purrete de Agrupación Carbón, haciendo la cola para entrar al recital de Arjona.

Ahí mismo, el transeunte (que luego, tras verificación de fuentes de las cuales no podemos dar nombres ... básicamente por que no los tenemos ya que las fuentes en verdad es la fuente, una sola, y la es simplemente un flaco buena onda que estaba, a su vez, en el recinto y que me convido un mordisco del sanguche de crudo y queso que estaba comiendo, que al margen, estaba buenisimo) resulto ser un militante de la Agrupación Carbón (que esta más quemada aun que Quebracho). El joven salto al grito de guerra de: ¿Qué? ¿Me tomas de boludo? Gil! Y de ahi en más, la paz que reinaba fue violada explicitamente por el caos.

*Dística sería el sobrenombre de Martín San Pete Esburgo, mejor amigo del muchacho, quién se sintió dolido por el comentario del ahora periodista de temas aburridos.

Fuente: telam(ontoapelo)

Ejemplo de estadística, disparadora de la violencia.

Hubieron esa tarde alrededor de un 30% de heridos.

Que se suman al 43% de heladeros que trabajan en la Feria del libro y que cobran el Torpedo de Frigor un 57% más caro que en Kioskos aledaños.

Eso da un 65% más de plusvalía, y eso generaría un 76% más de probabilidades de muerte, que sufriria Marx (si estuviese vivo y supiese castellano) al leer esta nota.

A su vez esta por esta nota me pagaran un 12% menos que en otros diarios independientes, por que el sindicato quiere más guita, y se la sacan a los trabajadores como yo.

Eso me hace pensar que estoy en un 32% de convicción de renuncia, que se me complica por que acabo de contratar direct TV y me metí en esas promos en las que tengo que pagar 6 meses, por que si cancelo me sacan hasta al perro, y todo para ver el mundial en alta definición, para que tal vez Messi no meta ni un gol y nos volvamos a casa antes de octavos de final.

Messi poniendo cara de: "Uh, la tire a la mierda".

Confiamos en vos Lio, ¡sacanos campeones!

(cagale la copa a los otros países como se la cagaste al Pincha)

Luego del conflicto, en el que dos guardias de seguridad privada se fueron del recinto diciendo: "¡Así no va, cualquiera que armen bardo! ¡Yo en estas condiciones no trabajo!", Noriega le regaló 4 entradas para ver Avatar al chico, e hicieron las paces. Y fueron felices, pero no comieron perdices, por que estan en peligro de extinción despues de tantos finales felices en cuentos de hadas, y justo andaba la gente de Green Pis por ahí, a lo que a Noriega se le escapo (textual): "A no... yo más bardos no quiero". Y comieron un pancho con papas pai.

Así siguen las cosas en Bs. As. y alrededores.

Fotos proveídas por el Washington Post(a)